Ambliopía u ojo vago

La ambliopía, también llamada ojo vago, es un trastorno del desarrollo de la visión por el que un ojo no puede alcanzar una agudeza visual normal, aun con gafas o lentes de contacto con receta.
La ambliopía comienza durante la infancia y la niñez. En la mayoría de los casos, se ve afectado solamente un ojo. Pero, en algunos casos, puede darse una reducción de la agudeza visual en ambos ojos.
En particular, si se detecta esta afección de ojo vago tempranamente y se la trata rápidamente, es posible evitar una visión reducida. Pero si no se trata, el ojo vago puede causar una incapacidad visual grave en el ojo afectado, incluso ceguera legal.
Se estima que aproximadamente el 2 o 3 % de la población de Estados Unidos tiene algún grado de ambliopía.

Signos y síntomas de la ambliopía

Debido a que la ambliopía generalmente es un problema de desarrollo de la visión infantil, los síntomas de la afección pueden resultar difíciles de discernir.
Sin embargo, una causa común de la ambliopía es el estrabismo. Por ello, si usted nota que su hijo cruza sus ojos o alguna otra desalineación aparente en la vista, programe una cita para llevar a cabo un examen ocular de forma inmediata, preferentemente con un optometrista u oftalmólogo especializado en la visión infantil.
Otra pista que pueda indicar que su hijo tenga ambliopía es que llore o se irrite cuando usted le cubre un ojo.

Puede intentar esta simple prueba en su casa: tan solo cubrir y descubrir los ojos del niño (un ojo cada vez) cuando está realizando una tarea visual, como mirar la televisión.
Si su hijo no se molesta cuando se le cubre un ojo, pero sí cuando se le cubre el otro, puede implicar que el ojo que usted cubrió es el «bueno», y que el que no fue cubierto tiene ambliopía, lo que causa visión borrosa.
Pero una simple prueba no sustituye un examen de ojos exhaustivo.
Lleve al niño a realizarse los exámenes oculares que se le hayan recomendado para asegurarse de que tenga una visión normal en ambos ojos y que estos funcionan correctamente en conjunto, como un equipo.

Diagnóstico

Niños de uno y dos años
El diagnóstico temprano en niños menores de uno a dos años, una vez descartado cualquier problema refractivo, se realiza mediante:

  • la correcta fijación de cada ojo mediante la prueba de Bruckner
  • la respuesta correcta de refijación por medio el uso del biprisma de Gracis
  • la observación de la correcta fijación de cada ojo mediante el empleo de pequeños objetos puestos en la mano del examinador; por ejemplo, pequeños pedacitos de papel y el seguimiento puntual de objetos pequeños que se le enseñan al niño
  • el test de preferencia visual de Teller
  • el test de «dominancia ocular», que consiste en ocluir un ojo y verificar si no se inquieta el pequeño debido a que no ve bien con el ojo desocluido.
  • Niños de más de dos años
    Después de los 2 años de edad es necesario, además de lo anterior, el empleo de:

  • 1) una cartilla de Lang, para observar si tiene estereopsia
  • 2) una cartilla transparente de Gracis, para observar cómo fija cada uno de los dibujos infantiles que se presentan cada vez de menor tamaño.
  • Niños de más de tres años
    Después de los 3 años y hasta los 4 de edad, aparte de lo anterior es posible, en niños cooperadores, determinar la agudeza visual por medio de:

  • 1) el test de Lea para la visión de objetos cercanos.
  • 2) los optotipos, para la visión de objetos lejanos.
  • Niños de más de cinco años
    Después de los 5 años es posible, en chicos cooperadores, la determinación de la agudeza visual con los procedimientos mencionados e intentar la identificación de letras mediante el test de Snellen.

    Para la determinación de la agudeza visual y del fenómeno de crowding o “apelotonamiento” en niños con ambliopía estrábica, es conveniente determinar la profundidad de este fenómeno mediante el empleo del test de Landolt.

    ¿Cuál es la causa de la ambliopía?

    Existen tres tipos de ambliopía, en función de su causa subyacente:

    Ambliopía estrábica. El estrabismo es la causa más común de la ambliopía. Con el fin de evitar la visión doble ocasionada por una alineación deficiente de los ojos, el cerebro ignora la información visual que proviene del ojo desalineado, generando ambliopía en ese ojo (el «ojo vago»). Este tipo de ambliopía se llama ambliopía estrábica.

    Ambliopía refractiva. Algunas veces, la ambliopía es causada por errores refractivos desiguales en los dos ojos, a pesar de una alineación perfecta en ellos. Por ejemplo, quizás un ojo tenga miopía o hipermetropía no corregida significativa, mientras que el otro ojo no lo tenga. También, tal vez un ojo tenga un astigmatismo significativo que no lo tiene el otro ojo.
    En estos casos, el cerebro depende del ojo que tenga el menor error refractivo sin corregir y deja de «prestar atención» a la visión borrosa del otro ojo, lo que causa ambliopía en ese ojo, debido a la falta de uso. Este tipo de ambliopía se llama ambliopía refractiva (o ambliopía anisometrópica).

    Ambliopía por deprivación. Se trata del ojo vago ocasionado por algo que obstruye la entrada de la luz para enfocarse en el ojo de un bebé, como por ejemplo la catarata congénita. Para lograr un desarrollo visual normal es necesario un tratamiento sin demora de las cataratas congénitas.

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